Coohuco
Las islas no son solo para verano, no hay nada mejor que empezar la primavera en Mallorca, una zona donde hace calor, pasear por pueblos con mucho encanto, descubrir playas paradisiacas solo para ti y disfrutar de buena comida.
Primero que todo, para poder visitar bien la isla y llegar a esos preciosos y escondidos rincones paradisiacos que se esconden en la isla, necesitáis un coche y una vez cargas tus maletas, empezamos con la aventura.
Empezaría el viaje alojándome en Can Mostatxins, un hotel situado en el casco antiguo de Alcudia, al noreste de la isla de Mallorca. Una zona amurallada y peatonal, llena de bares, cafeterías, tiendas, construida hace mas de 1000 años. Es una zona tranquila, para un viaje de relax.
El hotel es un antiguo edificio restaurando con muchísimo encanto, la grupo de staf son muy amigables, cercanos… te hacen sentir como en casa.
Un hotel peculiar, donde se combina los muros originales de piedra, con un diseño mas moderno de estilo nórdico. Un hotel muy acogedor, tranquilo y mimado al detalle, el grupo de staf son muy amables y te hacen sentir como en casa. Lo que mas me impresionó, sin lugar a duda, es su patio con grandes muros de piedra y una pequeña piscina/ jacuzzi de agua caliente que puedes disfrutar las 24h del día. No hay nada mejor, que después de un día de playa o de turismo por la isla, relajarte en este hotel tan encantador.
Por el día, disfrutaría de una buena sesión de playas, mis favoritas son:
Torrent de Pareis, Sa Calobra. Llegar hasta la pequeña cala puede ser toda una aventura. Primero adentrarte una carretera que es un sinfín de curvas estrechas, muchas de ellas al borde de un precipicio e incluso pasar por cortes de muros de piedra altísimos, pero vale la pena disfrutar del paisaje rocoso con vistas al mar.
Y después de 10 minutos mas andando de Sa Calobra, encontrarás escondida una cala de aguas turquesas, encajada entre grandes muros de piedra gris y rojiza. Cada pequeño ruido se multiplica por el eco que crean las grandes paredes, el susuro de los árboles, el agua que arrastra las pequeñas piedras de la orilla… es como un concierto de música creada por la naturaleza.
Cala Varques: Situada a 12 km de Portocristo, es una de las calas mas vírgenes de Mallorca. Después de 20 minutos andando, llegas al paraíso. Cala rodeada de pinos, aguas cristalinas y arena blanca.
Caló des moros: Situada en Santantyí, una preciosa cala de arena blanca y fina, de agua turquesa y cristalina, simplemente de en sueño. El acceso no es muy cómodo, ya que hay que bajar por una escalera de piedra que no está un muy buen estado, pero vale la pena.
Cala Mondragón: Una cala menos frecuentada por los turistas pero mas accesible, de aguas cristalinas, poco profundas. Está catalogada como Parque Natural, de hecho la rodea una espesa arboleda donde habitan gran cantidad de águilas y otras aves.
Playa de Formentor: Situada al norte de la isla, para empezar la ruta, primero hay que visitar el mirador del Cabo de Formentor, para posteriormente darse un merecido chapuzón en la preciosa cala. Esta cala tiene la peculiaridad de estar rodeada de una espesa vegetación que casi roza el agua del mar.
Por la tarde y hasta que cae la noche, pasearía por las preciosas calles del casco antiguo y disfrutaría del ambiente que encierra la ciudadela de Alcudia. No os olvidéis de llevaros una ensaimada mallorquina y un poco de sobrasada, os recomiendo un par de sitios que están en el interior de la zona amurallada. En Carrer del Moll hay una tienda gourmet que se llama Baccus, allí podréis comprar una buena sobrasada a la vez que descubrir infinidad de productos artesanos. Y si continuas la calle, a tan solo 50 metros, hay un horno, Forn Can Torres, donde tienen dulces típicos y la tradicional ensaimada, os recomiendo que si podéis, reservéis unos días antes la encarguéis, ya que la mayoría de hornos trabajan bajo pedido.
Y para comer o cenar, Mallorca está repleta de buenos restaurantes, yo os recomiendo alguno de los que probé en mi último viaje a la isla.
Salvia Restaurant: na antigua casa del siglo XIX restaurada y convertida en un hotel/ restaurante, situada en el casco antiguo de sóller. Puedes ir tanto para comer como para cenar. Disfrutarás de una comida rica, tradicional pero con un toque diferente que la hace muy especial. La atmósfera es muy agradable y tranquila. Un sitio para disfrutar.
Ca na Toneta: De la huerta a la mesa. Ese es el concepto de este peculiar e increíble restaurante, situado en rodeado de un clima muy tranquilo, donde poder degustar recetas tradicionales hechas con productos frescos y de temporada.
Si estas por el Puerto d’Alcudia y te apetece una cena informal pero rica, con tapas típicas de la zona, debes ir a Ca’n Punyetes. Allí podrás degustar platos típicos de Mallorca, como la sobrasada, el queso y el jamón, o productos del mar, como una rica puntilla, pulpo, navajas o unos mejillones a la marinera que te quitan el hipo. No dejéis de probar el postre de nata con merengue, a priori parece algo bastante normal, hasta que se funde en la boca, realmente rico.
Después de varios días de turismo os recomiendo que paséis, aunque sea un par de días, en Cap Rocat, un hotel donde desconectar dl mundo o mas bien subir al cielo.
Mas que un hotel es toda un experiencia. Una antigua fortaleza militar situada en la zona mas apartada de la bahía de Palma de Mallorca, fusionada perfectamente con el paisaje, totalmente reformada manteniendo su arquitectura única y su entorno natural.
Cuenta con 24 suites, con vistas al mar, incluso algunas de ellas tienen piscinas privadas. Mis preferidas son las Sentinels, habitaciones escondidas en la roca, en el borde de los acantilados del cabo. Antiguamente eran los puntos de vigilancia de la Bahía, ahora, unas preciosas habitaciones con grandes terrazas que salen como miradores entre las rocas, disfrutar del sol, dormir al aire libre… Es como conectar con la naturaleza pero en un espacio sofisticado, elegante pero muy natural. Un lugar donde solo verás la grandiosidad del mar y te sumergirás en el color azul del mediterráneo.
